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Argumentos para los no lectores

24 Mar

El 27 de febrero asistí a la Jornada Presente y Futuro del Libro y la Lectura en la Biblioteca Nacional y pude escuchar una vez más  a José Antonio de Marina. Asistir a una conferencia de Marina es abrir una ventana, aprender a mirar las cosas de otra forma y asombrarse una vez más con la capacidad de este hombre de mente lúcida para adaptarse a las nuevas circunstancias y hacernos reflexionar.

Todos sabemos que frente a una minoría en lento crecimiento, la mayor parte de nuestros adolescentes no se acercan a los libros más allá de las lecturas obligatorias de la escuela y ya no les valen los viejos argumentos de que la lectura es una fuente de placer y diversión porque hay otros muchos medios para cultivar el hedonismo que requieren un esfuerzo mínimo por parte de nuestros jóvenes: redes sociales, videojuegos y series televisivas han copado el espacio que ocupaban antes los libros.

Los niños no duermen siesta, ni los veranos son eternos como eran antes. Ahora todo va a un ritmo mucho más vertiginoso y resulta complicado encontrar un espacio de quietud para dedicarlo al arte de la lectura. Debemos inventar nuevas estrategias para convencer a los jóvenes, no sólo de la bondad, sino de la necesidad de leer.

Debemos leer porque a través de la lectura enriquecemos nuestro lenguaje y eso nos permite desenvolvernos con seguridad en el mundo. Quién se apropia del lenguaje tiene la capacidad de convencer, de argumentar y de matizar. El pensamiento toma forma en la palabra, y si no necesitamos la lectura para divertirnos, sí necesitamos las palabras para vivir, para comunicarnos y yo diría que para ser.

El pensamiento es lo que nos diferencia de los animales no racionales, y también el lenguaje nos aleja de estos, pues nos permite comunicarnos más allá de nuestras necesidades y pulsiones básicas. Hablamos y pensamos o pensamos y hablamos…importante establecer el orden en este tándem.

Necesitamos leer, del mismo modo en que necesitamos conversar, para hacer nuestras las palabras y descubrir las sutilezas del propio pensamiento. Las palabras nos empoderan, y aquél que se adueñe de ellas tendrá la posibilidad de establecer relaciones personales más sólidas en las que las emociones puedan expresarse sin provocar confusión. Como dice J. A. de Marina, los fracasos en las relaciones, tanto personales como sociales, son consecuencia de la falta de palabras: fracasan las parejas, los negocios o las políticas porque las partes no hablan o lo hacen de forma imprecisa.

Sentirnos dueños de las palabras nos permite ir configurando no solo el mundo personal más rico, además determina nuestra postura ante la sociedad y nuestra forma de relacionarnos con el otro. El lenguaje coloquial es limitado y necesitamos leer para acceder al lenguaje literario que nos proporciona un vocabulario más amplio, más exacto y más hermoso con el que vestir nuestros pensamientos. Estoy convencida de que el contacto temprano con el lenguaje poético proporciona a los niños una actitud diferente ante la vida, la posibilidad de vislumbrar otros mundos más allá de la realidad, a veces poco amable, que les toca vivir.

Y junto a este argumento irrefutable que nos da Marina, debemos saber que la lectura nos proporciona también un espacio de silencio necesario para poder crecer. Frente al ruido permanente que nos rodea, las interrupciones constantes de los wasaps o las llamadas telefónicas, la lectura ha de reivindicarse como un lugar de sosiego y reposo en el que poder descubrirnos y dialogar con nosotros mismos. Resulta significativo el hecho de que estén proliferando espacios pensados para esa lectura silenciosa, lugares en los que el único requisito es el de dejar apagados ( y fuera de la estancia pediría yo)los dispositivos móviles para poder encontrarnos a solas con las páginas.

Quizá estos argumentos sigan sin ser suficientes para las nuevas generaciones, pero ningún joven puede negar la realidad de que seguimos necesitando las palabras para enamorar a pesar de la importancia que esta sociedad da a la imagen.  Esgrimamos pues este argumento y crucemos los dedos para que vuelvan la mirada hacia los libros.

Construyendo lectores : familia y escuela

12 Mar

monica familiaConfieso que este año recibí con enorme entusiasmo el hecho de que se hubiera implantado el programa de “Familias Lectoras” en muchos centros de enseñanza de Andalucía. Me gustaba que ese proyecto, que se inició en el “Congreso de Familias Lectoras” en Granada y al que se le dio continuidad con la “Colección Familias Lectoras”, se plasmara en actuaciones concretas en las que familia y escuela caminaran de la mano.

El hecho de darle existencia formal al programa era necesario; por un lado porque es una manera de reconocer oficialmente el esfuerzo de muchos docentes que se implican más allá de sus horarios y obligaciones en fomentar el hábito lector, por otro porque esa formalidad permite una mínima dotación de fondos para acciones formativas y porque contribuye a la creación de una comunidad que intercambia material, comparte experiencias y se siente acompañada virtualmente en las plataformas de BECREA.

Un elemento innovador  que dota al proyecto de una enorme fuerza es la participación en un plano de igualdad de familias y docentes. Las acciones formativas se abrieron desde el primer momento a la participación de las familias. Aprender y hacerlo juntos con el objetivo común de fomentar el placer de la lectura entre los más jóvenes: encuentros con autores, talleres, narraciones  y representaciones teatrales en los que familias y docentes puedan asistir como compañeros.

Es cierto que será el centro escolar el que marque en un primer momento las actuaciones y que es responsabilidad de los docentes concienciar, informar y formar a esos padres que se enfrentan a la tarea , en el mejor de los casos, con mucha ilusión y pocos recursos. Pero a medida que estas familias crezcan y se impliquen debemos darle mayor autonomía y participación  en las actividades que se organicen en la BE alentando  las iniciativas que nos propongan de forma espontánea y contando, como elemento imprescindible en esta andadura, con los abuelos.

Si hay un punto en el que tenemos que insistir es en el carácter placentero de esa lectura en familia, desligarlo de esas otras lecturas obligatoria que los chicos tendrán que hacer en la casa como refuerzo a las tareas escolares y en las que también tendrán que acompañarlos como padres. El contrato lector, bien intencionado en cuanto al compromiso, puede dar lugar a confusión y provocar justo el efecto contrario del que se pretendemos. Recuerdo una madre que me comentaba orgullosa que no dejaba que su hijo se durmiera “sin que hubiera leído al menos  una hora, aunque estemos dando cabezadas”…errores como el de esta bienintencionada y sufridora  madre son los que debemos evitar dejando muy claro que nuestro compromiso habrá de ser con el placer y los  afectos utilizando el libro como excusa.

Leer y hacerlo juntos, divertirnos, comentar nuestras impresiones y sentir que el premio, el mejor premio, es el de la lectura compartida.

Os dejo el enlace a uno del blog «La manzana lectora» en el que las buenas ideas y el entusiasmo están comenzando a dar su fruto.

Lecturas obligatorias : nuevas estrategias

7 Oct

Conversando hace unos días con un joven estudiante  comprobé que sus lecturas en el instituto eran  muy similares a las que yo tenía en los años setenta, y que por desgracia, los métodos de evaluación de su profesora no habían cambiado sustancialmente . Lo sentí por él, consciente de las propuestas innovadoras de muchos docentes a los que conozco (real o virtualmente) y que se plantean día a día el reto de hacer accesibles las obras clásicas a sus alumnos.
No es tarea fácil, los textos clásicos les resultan ajenos, no utilizan su lenguaje, no les provocan los temas y no sienten cercanos a los protagonistas. Romper con esa sensación de ajenidad es el primer obstáculo que ha de sortear el docente. Recuerdo una lectura de Doña Perfecta de Benito P. Galdós, que compartí hace unos años con un grupo de alumnos de secundaria; esta novela de tesis no tuvo, como era de esperar , buena acogida entre los chicos. Convoqué entonces a un grupo que asistía al taller de teatro de la localidad y les pedí que se metieran en la piel de los personajes principales: tenían que pensar, sentir y hablar como ellos. Organizamos a continuación una rueda de prensa en la que el resto de sus compañeros los sometieron a una batería de preguntas cáusticas, al estilo de los programas de cotilleo tan de moda en nuestras televisiones, y los protagonistas contestaron tal y como lo habrían hecho los personajes de la novela. La experiencia fue muy enriquecedora: los alumnos descubrieron que ese título, en principio tan alejado de sus intereses trataba muchos temas que les concernían: las relaciones familiares, los convencionalismos sociales, la religión, la justicia….muchas cuestiones salieron a debate y este resultó tan encendido como los que aparecen en las pantallas. Los personajes se convirtieron en reales y alguno se aventuró a plantear un desenlace diferente que los hiciera más felices.

El uso de las tic ha multiplicado las posibilidades de un acercamiento novedoso a nuestros autores ; experiencias como la del club de lectura virtual que desarrolló Pep Bruno hace ya unos años entorno al Quijote abrían el camino a la utilización de internet como herramienta de fomento lector.

En Sevilla el proyecto del profesor Nacho Gallardo “REDsidencia de Estudiantes»  propone la utilización de las redes sociales para conocer en profundidad a la Generación del 27 . En palabras del propio docente “este proyecto trata de imaginar cómo serían, en la actualidad, las relaciones entre los amigos que formaron este grupo. Posiblemente aprovecharían las nuevas tecnologías para compartir ideas, textos, fotografías, vídeos… Posiblemente participarían en alguna red social para estar en contacto en todo momento, utilizando para ello los distintos dispositivos móviles a nuestro alcance”
La creación de esta “Residencia de Estudiantes Virtual” me parece una acertadísima propuesta  que consigue no solo el conocimiento de los autores y sus obras, sino de la convulsa época en la que estas vieron la luz.

De la mano de Aurelia Molina, profesora en el IES “Concha Méndez Cuesta” de Torremolinos, nos llega “Duelo de poetas en la red” , proyecto en el que se propone a los alumnos la creación de sonetos estableciendo un “duelo virtual” en el que deberán asumir como propia la rivalidad existente entre dos autores muy significativos: Góngora y Quevedo.

     Os animo a que os adentréis en estos proyectos desglosados paso a paso en los enlaces con enorme generosidad . Unos ejemplos magníficos de los que aprender.

Letras en los cordones

9 Sep

Mi hermano, que me quiere y me conoce, me ha regalado un álbum que se llama “Letras en los cordones” de la editorial Kalandraka.
Este libro tiene voz de niño y la mirada limpia de los pocos años. Este niño nos cuenta cosas de su familia, de su camino diario al colegio , de su madre que está ausente toda la semana, de su hermana…..Es una historia de pobreza , la historia de muchos niños  que tienen que caminar descalzos para llegar a una escuela donde lo que más les gusta es el vaso de leche que le dan al llegar.
No es una historia triste porque el amor impregna todas y cada una de las páginas y también, porque abre una camino a la esperanza, un camino que pasa por la escuela. “Letras en los cordones” nos descubre el poder de las palabras, la magia de aprender a descifrarlas y la posibilidad que los libros nos ofrecen de soñar otras realidades.
Este álbum es además un regalo para la vista; la delicadeza de las ilustraciones provoca la empatía y nos obliga a pensar , convirtiéndose en  el punto de partida de una reflexión    sobre la desigualdad ,  el valor de la educación, la fuerza de los lazos familiares y  la importancia de los libros

Este cuento no  es un cuento,  es la triste realidad de muchos niños del planeta.

Imprescindible en nuestra biblioteca.