El otoño ha llegado, y no sólo porque lo dice así el calendario, ni por las nubes que cubren hoy estas tierras del sur; también se ha colado en la red, concretamente en facebook, a raíz de una pregunta planteada por Rocío Hernández Triano, profesora, poeta y persona libro de Sevilla.
¿Qué le pedís al otoño?, ha dicho a sus seguidores.
Las respuestas han sido inmediatas: breves, como corresponde al medio, y poéticas como propicia la estación y la cuestión.
Estas son algunas de las peticiones otoñales:
– Yo quiero un otoño becqueriano con tintes violetas y pausado deslizar de las tardes. La serenidad y el desprendimiento de las hojas muertas
– Que nos inunde de colores y se alejen las nostalgias
– Que lluevan las palabras y las acunen vuestras voces
– Pasear la bicicleta por encima de las hojas, como si rompiera con las ruedas los huesos del verano
– Yo le pido domingos lluviosos, levantarme tarde y descansada, poner música y leer pensando en lo bonita que es la vida cuando se pone regalona
¿Qué ocurriría si le preguntáseis a vuestros alumnos, amigos o seguidores en la red? Seguro que la respuesta será inmediata y sorprendente.
En “El libro de las preguntas” de Pablo Neruda encontraréis mil imágenes poéticas sobre las que cuestionaros. Este poema , publicado después de la muerte del poeta ha sido transformado en un magnífico álbum ilustrado por la editorial Media Vaca, un libro para regalar y regalarnos que nos plantea dudas tan hermosas como estas:
– ¿Cómo se llama una flor que vuela de pájaro en pájaro?
– ¿Por qué para esperar la nieve se ha desvestido la arboleda?
– ¿Verdad que es ancha la tristeza y delgada la melancolía?