Archivo | diciembre, 2018

Historia de un pulóver azul

16 Dic

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A mi abuela Dominga, tejedora de afectos.

 

Yo tenía una abuela que tejía sentada en una mecedora; desmadejaba la lana con mi ayuda formando un ovillo perfecto del que asomaba un hilo mágico que guardaba mil formas secretas .

La abuela de Nando, el protagonista de nuestra historia, también teje. Cuando se enteró de que Nando estaba ya en camino compró una madeja del color del mar y no tuvo prisa en empezar la tarea, porque sabía que crecer requiere su tiempo y ella quería un jersey para abrigar el futuro.

A Nando lo conocemos en la portada de “Historia de un pulóver azul”, un libro de la editorial Milenio con textos de Florencia Gattari e ilustraciones Albert Asensio. Confieso que no pude resistirme a nadar en ese azul con el que el libro nos recibe,  ni a recorrer las palabras de esta historia intimista que relata con extraordinaria sensibilidad el vínculo especialísimo que se establece entre abuelos y nietos.

Elsa, la abuela de Nando, tejía y destejía mientras Nando cumplía años escuchando sus palabras y anhelando ese jersey que la abuela tenía siempre entre las manos.

“Tejo una tibieza
para cuando escuches cosas que no te gusten,
un pruebodenuevo
para cuando se te escape el pis en la cama
y dos puntos de paciencia
para cuando estés apurado por ser grande”

Teje la abuela Elsa la lana y los afectos y así lo muestran las ilustraciones de Albert Asensio, que sabe subrayar los gestos y el cariño con una paleta mínima de colores que potencian el efecto poético del texto. El texto, sencillo e inteligente, nos deja frases que uno necesita anotar para que no caigan en el olvido, metáforas que nos hacen pensar  en el transcurso del tiempo, en el futuro, en aquello que pasará y que el pequeño aún ignora, palabras que «hablan como el mar cuando uno se acerca: con un rumor que no se distingue, pero se entiende:»

En su tercer cumpleaños Nando recibe por fin el pulóver de Elsa y descubre que es cómodo como una casa y abriga, incluso, cuando la abuela ya no está.

El pulóver de la abuela Elsa enreda la lana y las palabras, palabras imprescindibles para crecer fuerte: tibieza que nos ayuda a recordar que somos queridos, pruebodenuevo para perseverar y enfrentar los fracasos de la vida y paciencia, porque no todo se consigue en un instante.

Adoro a esta abuela tan real, que calza zapatillas cómodas y batita de flores, que mira a su nieto como solo las abuelas saben hacer y cuyo regazo es el lugar más cálido y seguro del mundo. Me gusta este Nando de pelos tiesos que crece de página en página y  aprende  que su abuela estará siempre  acurrucada en sus recuerdos.

Un libro para regalar a grandes y pequeños, a todas las abuelas y nietos del mundo. Un libro para leer sin prisas y releer mil veces , un libro sutil y tierno que nos ayuda a no olvidar.