“La fantasía no es un lobo malo al cual hay que tener miedo, ni un delito que haya que vigilar constantemente, sino un mundo extraordinariamente rico y marginado de una forma estúpida”.
Gianni Rodari
Este año celebramos el centenario del nacimiento de Gianni Rodari, pedagogo y escritor que revolucionó el mundo de la educación y que sigue siendo un referente a pesar de los años transcurridos. Adelantado a su tiempo, fue consciente de lo encorsetado de los planes de estudio y de la poca libertad que tenía el alumno para poder expresar aquello que le pasaba por la cabeza. Y decidió cambiarlo.
Finalizó sus estudios de magisterio muy joven y comenzó a colaborar en distintos diarios donde pronto descubrió el placer de escribir para los más pequeños: retahílas, cancioncillas de corte popular y cuentos breves y humorísticos que enseguida tuvieron una gran aceptación. Con sus historias a cuestas comenzó a recorrer las escuelas y a observar qué es lo que les gustaba a los niños: les preguntaba, se fijaba en aquello que les hacía reír y tomaba notas para escribir uno de sus libros más representativos: “La Gramática de la Fantasía”.
Rodari sabía que todos los niños nacen artistas y que el sistema educativo va castrando ese impulso inicial que hay en nosotros buscando una uniformidad que tiene color gris; pero él quería una escuela de colores, por eso escribió su “Gramática de la fantasía”, un auténtico manual de la creatividad que consigue que parezca un juego fácil el difícil oficio de escribir.
Son muchos los libros de Rodari y todos tienen la puerta abierta para que el lector pueda pasar. Algunos puedes comenzar a leerlos y detenerte en cualquier punto de la narración permitiendo que sea otro el que continúe; otros son cuentos clásicos que pervierte y mezcla provocando la indignación y la carcajada de los más pequeños. “Cuentos largos como una sonrisa” o “Cuentos por teléfono”, tan cortitos como una conversación telefónica. “Cuentos escritos a máquina” donde el lector puede elegir entre distintos finales y, en cualquier caso, cuentos donde siempre está garantizada la sorpresa. La transgresión, la crítica y el humor son los ingredientes de estas historias donde nada es lo que parece y lo insólito vive agazapado entre las situaciones más triviales.
Recibió en el año 1970 el premio H. C. Anderesen, el Nobel de las letras infantiles, como justo reconocimiento a su trayectoria.
Después de recorrer escuelas y bibliotecas con mi taller «Gianni Rodari; el juego de imaginar» y compartir actividades de creación con grandes y pequeños, he aprendido que una palabra es suficiente para desencadenar una historia, que a veces pueden llover albóndigas o aparecer una jirafa en la venta y que resulta tremendamente divertido cambiar un poco el mundo y pensar “¿qué pasaría si…?”.
Gianni, gracias por invitarnos a jugar contigo.