Hay libros que te llegan a las manos y sientes el deseo inmediato de acariciarlos: recorrer con las yemas de los dedos el contorno de las figuras, sentir la calidez de sus colores y deslizarte sin prisas por su brillante cubierta.
Esto nos ocurre con “Don Ramón”, el último libro publicado por la editorial Amigos de Papel con textos de Alberto Sobrino e ilustraciones de Cecilia Moreno.
Nubes de color verde, un sol espléndido y un trío de pájaros con un sombrero entre las patas nos saludan desde la cubierta animándonos a sumergirnos en la historia. De su protagonista solo sabemos que lleva sombrero, un enorme sombrero que aparece y desaparece entre las páginas sirviendo de hilo conductor en esta historia.
¿Pero quién es “Don Ramón”?. Para descubrirlo tendremos que atravesar paisajes de colores contundentes, planos, que juegan con el contraste y la simplicidad de las figuras, tan del gusto de los más pequeños: árboles, bancos, casas y distintos animalillos nos van haciendo avanzar en esta historia de intriga en un intento de descubrir la identidad de Don Ramón.
El diálogo entre texto e ilustración facilita el diálogo con el lector: en cada página una pregunta y una respuesta en imágenes, un juego de descarte, de análisis, una mirada atenta. Don Ramón no vive en una casa grande, ni vive en el mar, ni es fuerte, nos aclara el texto en una alternancia de colores en la grafía que refuerzan la idea de conversación.
“Don Ramón” es un libro para leer en compañía, con los ojos bien abiertos y los dedos dispuestos a señalar como una flecha. Un libro que invita a descubrir en cada página y nos permite ir construyendo poco a poco al personaje a través de lo que es y de lo que no es. Un libro interactivo que no precisa de la tecnología para hacer al lector protagonista también de la narración.
En las últimas páginas conocemos a Don Manuel, el mejor amigo de Don Ramón, y estamos a punto de colocarle el sombrero. ¡¡Pero Don Manuel tiene ya una bonita gorra y unas gafas oscuras!!. Y es que Don Manuel, el mejor amigo de Don Ramón, es ciego .
Confieso que soy especialmente sensible al tema de la ceguera y que valoro los libros que permiten a los niños empatizar con las personas que tienen discapacidad visual, pero me ha sorprendido gratamente esta propuesta dirigida a los más pequeños. Nunca es pronto para descubrir a los niños las dificultades que entrañan el día a día para personas que tienen mermadas algunas de sus capacidades, pero hay que saber adaptar el mensaje al interlocutor y pocas veces se consigue con la naturalidad y eficacia que lo hace este libro. Solo una editorial como Amigos de Papel, tan concienciada con el tema de la discapacida, podría haber contado una historia con tanta sensibilidad, una historia que divierte y enseña y nos descubre cosas entre sonrisa y sonrisa.
Si queréis conocer algún título más sobre este tema, pinchad aquí.
Tengo un cuento que escribí para un concurso, es de un niño ciego y la hermana que le cuenta cómo es una ruina azteca.
Una original propuesta Andrea, ya me lo leerás algún día.